Así trataban los vecinos a mi primo Edison, el último «refuerzo» que hice para la formación definitiva del plantel del Fangia Football Club. Teníamos un clásico en vista ni mas ni menos que con el «7 Años», pero repasemos un poco como se desarrollaron los hechos.
Se venía el cumpleaños de Marcelito Garrone, cumplía la friolera de siete añitos, por lo que negociando arduamente con su madre, la señora Linda, conseguí que dispusiera al final del partido de las necesarias pizzas para alimentar a los dos planteles, se celebraría el partido ( la denominada Copa 7 Años ) y finalizaríamos confraternizando en la casa de la calle Olazábal.
La memoria es bastante elusiva y dribleadora, pero trataré de recordar exactamente las constituciones de los dos equipos.
El Fangia F.C.– equipo de mi autoría y de una tan dudosa como incomprobable trayectoria ganadora – saldría al campo con los siguientes players :
» Edison Erosa al arco, una línea de dos compuesta por quien escribe ( que ya se encontraba en un semi-retiro de la actividad oficial ), acompañado de Sergio López Óleo y un mediocampo con Washington Gabriel Borges y el delantero centro Guillermo Garrone. En el banco esperaban …. ay si me pudiera acordar quienes eran los suplentes !!!
El » 7 Años» formaba con :
Gustavo Domínguez ( a pesar de su déficit de visión ) al arco, Daniel Erosa y Marcelito Garrone como defensas y un mediocampo avanzado con William Ricardo Borges ( qué nombre de jugador !!! ) y Eduardo Muknik ( a préstamo del Defensores de Sayago ).
El campo elegido para disputar el match fue la – ya por ese entonces muy deteriorada – cancha del antiguo Club Sauce, en continuación Piribebuy, frente a lo de «Lucho», las crónicas de la época hablan de que se jugó con juez y todo, supongo que haya sido el propio Angel Garrone en una de sus mas lúcidas tardes de referato.
Siempre existió la sospecha – y se le acusó incluso – de un arbitraje tendencioso, pero nunca fue plenamente verificado.
El resultado final fue un inapelable 2 a 1 a favor del » 7 Años».
El tercer tiempo se desarrolló sin contratiempos, con abundante Coca-Cola y comentarios de todo tipo, sobre todo de la señora Linda que sospechaba que mas de un jugador había omitido el almuerzo para poder «despacharse » a gusto en el final de fiesta.
El final del partido y la celebración, aceleró el retiro efectivo de la práctica del deporte de muchos de los participantes.
Ya no habría revancha para la copa «7 Años».
Existieron clásicos entre Piribebuy y Sauce, el que relatamos entre vecinos de Olazábal – que dividió familas en dos bandos – ¿ qué otro recordás vos y que nos quieras hacer revivir ?
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Villa Sayago 
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