Siempre atento, siempre buceando por internet, Edgardo nos envía hoy desde USA este viejo artículo de Marcha, que habla de la Casa de Delmira. Tenemos mas material resultado de esas búsquedas, los iremos publicando mas adelante.
El presente artículo , escrito por Mercedes Ramírez, no sabemos bien el año, lo transcribiremos en tres entregas – es largo! – al cual adjuntaremos algunas fotos de las que con el correr de los años llegaron a nuestro archivo, esperamos desde ya que sea del vuestro agrado.
Adiós para la casa de Delmira I
Marcha, por Mercedes Ramírez
Supongamos que usted, lector es uno de los miles montevideanos nostalgiosos que sale con frecuentemente hacia el interior por la Ruta 1. Usted toma Agraciada y al pasar frente a 19 de Abril vuelve la mirada hacia la derecha y se imagina la calle Buschental, el rosedal, el puente, el Prado y todo al comienzo del siglo dormido entre los canteros y los árboles.
Enseguida, a la izquierda lo espera la calle Capurro que lo conduce al recuerdo de un parque abandonado, con escalinatas y balaustradas por donde deambulan viejos fantasmas, viejos eucaliptus…..una playa comida por el petróleo y la resaca y la bahía de Montevideo, ahí a la mano y a la vez, distante.
Pero sigue y llega al Paso Molino. Ya no tendrá que esperar que se levanten las barreras para seguir viaje porque un puente mamotreto le robará la gracia de los recuerdos, el calofrío de las locomotoras que iban y venían cada cinco minutos, cortando el tránsito pero llenando el aire de sugeridoras lejanías…..Yatay….Peñarol….
Belvedere, San Quintín y al doblar por Garzón, usurpando tres metros, una verja que encierra un montículo de césped sobre el que descansa un león de bronce. Aquí cayó de su caballo para siempre Diego Lamas.
Vagas evocaciones históricas lo acompañan mientras por Garzón adelante va sintiendo la falsa sensación de abandonar la ciudad. Es inútil; tendrá que dejar atrás Progreso para empezar a vivir «el campo afuera». Pero mientras, imaginativo como usted es, va cumpliendo con su vocación agreste en pleno tránsito hasta llegar a Sayago.
Allí a la izquierda, en la esquina de Garzón y Ariel, sus ojos buscarán una casa gris, de altas ventanas cerradas por rejas de hierro trabajadas como encaje. En lo alto, dos piezas de crestería enmarcan el dintel triangular en donde se lee : Villa María. Pero no la busque. Ya no estará allí.
Continuará.
NdeR: el monumento a Diego Lamas cambió su antigua ubicación por la actual, en la confluencia de San Quintín y Santa Lucía, lamentablemente las fotos de las que disponemos lo muestran con un aspecto vandalizado y ha perdido la reja perimetral, que lo hacía tan especial.
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Gracias Miguel por el link.
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By: gabriel on 28 junio 2020
at 7:25 pm
Monumento a Diego Lamas, Articulo en montevideoantiguo.net
https://montevideoantiguo.net/index.php/monumentos/monumento-a-diego-lamas.html
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By: Miguel Cuestas on 24 junio 2020
at 5:07 pm
[…] Continuará. Pueden leer el primer post en Adiós a la casa de Delmira I […]
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By: “Adiós para la casa de Delmira” II | Villa Sayago on 17 diciembre 2019
at 12:02 am